Peso específico, por Benedetta Casini
Peso específico, de Valeria Traversa, es un proyecto enmarcado en la segunda edición de BIENALSUR, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur. Su primera edición se llevó a cabo en 2017 y más de 300 artistas y curadores participaron de propuestas artísticas en distintos puntos del globo.
BIENALSUR conecta en simultáneo al público de los cinco continentes con exposiciones en diferentes museos, centros culturales, edificios y zonas emblemáticas del espacio público, con el objetivo de generar una red global de colaboración asociativa institucional que elimine distancias y fronteras y reivindique la singularidad en la diversidad. Inédita en su metodología, BIENALSUR incluye obras y proyectos que son el resultado de convocatorias internacionales abiertas. La idea de este amplio llamado es invitar a artistas y curadores a pensar propuestas específicas e inéditas, más allá de un tema que los condicione, siguiendo sus propias búsquedas.
Con una cartografía propia, un territorio y recorrido específico, BIENALSUR se abre a una Sudamérica expandida a escala planetaria que reúne a artistas y curadores de los cinco continentes.
En este marco, el proyecto Peso específico, de Valeria Traversa, se configura como una posibilidad de diálogo entre la Cámara de Comercio de Bogotá y el arte argentino contemporáneo, con el objetivo de iniciar un intercambio de prácticas y visiones que alimente las escenas culturales de ambos países.
Desde hace varios años la investigación de Valeria Traversa se focaliza en las posibilidades constructivas y plásticas del papel como material escultórico: en esta ocasión la realización de su instalación está marcada por la incertidumbre que genera trabajar con un material de características y calidades desconocidas. El viaje es un desafío que implica la necesidad de adaptar y amoldar la propia práctica a las condiciones existentes: la descontextualización se convierte en oportunidad para la experimentación obligada.
En palabras de la artista, “La forma es lo único que el universo tiene para conservar”. En línea con esta afirmación, Traversa genera universos de formas relacionadas entre sí, líneas que se subsiguen, se entrecruzan o se evitan, en un entramado de pliegues que dibujan el cuerpo del papel. El fondo se convierte en relieve, en sustancia y puntapié para ejercicio formal: en una doble relación, el dibujo se desarrolla en la superficie y a la vez la exime de su función de soporte bidimensional, para que despliegue por sí misma todas sus cualidades.
La monumentalidad de la composición geométrica cela la fisicidad del gesto detrás de cada pliegue: el peso específico es es el vínculo existente entre el peso de una cierta sustancia y el volumen correspondiente, pero también revela la presión aplicada sobre el papel a lo largo del proceso constructivo, el regulado peso del cuerpo sobre cada hoja cuya calidad y cuyo gramaje han sido cuidadosamente seleccionados. En la instalación hay implícitas una serie de acciones –simultáneas, sucesivas, coincidentes, derivadas– que fijan y delimitan cada volumen. Cada una de ellas responde a la anterior estableciendo una lógica constructiva a medida que avanza la composición.
En otra pared, varios dibujos niegan el proceso instalativo adyacente: los volúmenes recuperan su carácter bidimensional, los pliegues del papel se convierten en líneas inscriptas en otros papeles, como una suerte de boceto a posteriori de los componentes de la instalación. El cuerpo de las hojas se trasluce dejando a la vista los esqueletos atravesados por el fondo negro –radiografías continuas de la arquitectura en movimiento. Dos manifestaciones de la misma práctica, los trabajos dialogan poniendo en evidencia procesos opuestos: por un lado, la voluntad y el esfuerzo del cuerpo; por el otro, la rigurosa lógica de la mente.
Benedetta Casini, 2019