La natación del color, por Guillermo Saavedra
No en vano, el título de esta muestra y la técnica empleada para realizarla remiten al agua: la materialidad de los trabajos y los ecos del nombre elegido para presentarlos son solidarios entre sí.
Por un lado, un arte flotante y coloidal, coreografías celulares donde el color se tiende a hacer la plancha sostenido por fantasmas de líneas que soñaron, antes, sus derivas.
Por otro, la electricidad arbitraria del color de las líneas, en la hospitalidad efímera de las gamas, andariveles de mínimas piletas.
La acuarela es el aliado del artista en su búsqueda de rapidez, observó John Cage. Valeria Traversa logra recordárnoslo a través de la acción directa: nos muestra la velocidad con que el color aprende a nadar.
Guillermo Saavedra, 2012